Nuevo proyecto de Arquitectura Anna Noguera, en el que la edificación se integra en el entorno, creando una sensación de prolongación y relación continua entre la vivienda y la naturaleza

Una vivienda que es la oportunidad de vivir en relación directa con la naturaleza sin salir de la ciudad. Un proyecto que ratifica una manera de habitar y de hacer arquitectura. 

En la frontera entre la trama urbana y el barrio del

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Nuevo proyecto de Arquitectura Anna Noguera, en el que la edificación se integra en el entorno, creando una sensación de prolongación y relación continua entre la vivienda y la naturaleza

Una vivienda que es la oportunidad de vivir en relación directa con la naturaleza sin salir de la ciudad. Un proyecto que ratifica una manera de habitar y de hacer arquitectura. 

En la frontera entre la trama urbana y el barrio del Turó del Coll en Barcelona, Anna Noguera ha creado una obra que es una transición entre lo construido y el medio natural: una casa que se define por el respeto a lo existente, por el uso de materiales naturales y por su integración con la naturaleza. Es en consecuencia una casa-ventana que desdibuja el límite entre el interior y el exterior, permitiendo vivir los cambios naturales del clima e integrar el paisaje en la vida cotidiana.

La vivienda se adapta a la topografía al descomponerse en tres volúmenes que se desplazan en altura para minimizar el impacto volumétrico y que se abren hacia la buena orientación solar y las vistas de la ciudad. La escalera, en el centro de la casa, crea un espacio de doble altura que articula todas las estancias a partir de un recorrido circular.

La construcción es de madera y arcilla; madera por fuera, formando una fachada ventilada, y placas de arcilla por dentro, consiguiendo una buena inercia térmica. Los pavimentos exteriores son de piedra caliza colocada en seco y la piscina se depura de manera natural con plantas y tratamiento ultravioleta. 

Las decisiones de diseño —como la implantación y los materiales— y la selección de tecnologías de eficiencia energética —como la aerotermia o el sistema de recuperación de calor— permiten que la vivienda responda a criterios de sostenibilidad ambiental. 

Claves de la casa Morató

NATURAL. Viviendo “naturalmente” en la ciudad 

La montaña del Coll es uno de los pocos espacios naturales que se conservan casi vírgenes en la ciudad de Barcelona. Para la familia de la arquitecta fue la oportunidad de vivir en relación directa con la naturaleza sin salir de la ciudad y disfrutar de ambas de maneras diferentes. Todas las características de la vivienda se explican a través de esta relación con estos medios, el natural y el urbano, desde su implantación hasta su configuración y los materiales que la definen. Es un posicionamiento biofílico, que busca potenciar la idea de que todos formamos parte de la naturaleza.

ENTORNO. En la frontera entre la trama urbana y la montaña

El lugar de la intervención está situado en la frontera entre la trama urbana y la montaña. La vivienda se integra en este entorno, estableciendo una transición entre los espacios construidos y el medio natural, entre la materia inerte y la materia orgánica. Los muros de madera refuerzan el respeto por lo existente y toman la apariencia de las construcciones efímeras que se apoyan en el terreno y se diluyen en el bosque. Es asimismo una referencia hacia el entorno de casas autoconstruidas que ocupan parte de la montaña, esos lugares que fueron colonizados hace muchos años por inmigrantes con pocos recursos en busca de un lugar donde poder vivir.

IMPLANTACIÓN. Integrado en el paisaje

El solar donde se ubica la casa es rocoso y con pendiente hacia la buena orientación solar y las buenas vistas. Así, la vivienda se cierra hacia el norte y la calle, ofreciendo su fachada más ciega, mientras que se abre hacia el sur y hacia las vistas a la ciudad, el monte Carmel y el mar. La edificación se adapta a esa topografía al descomponerse en tres volúmenes que se desplazan en altura para minimizar el impacto volumétrico que podría crear una edificación de este tipo en la ladera de la montaña.

CONFIGURACIÓN. Desdibujando los límites entre el interior y el exterior

La relación con el entorno configura la casa, una casa-ventana que se abre hacia el paisaje.  En el salón, la cocina, el baño y los dormitorios se vive en la naturaleza, en una ilimitada continuidad entre exterior e interior, apreciando así los cambios del clima y la luz que varía a lo largo del día.

La distribución potencia la fluidez entre los diferentes espacios y las visuales cruzadas. La escalera, situada en el centro, crea un espacio de doble altura y articula todas las estancias de manera centrífuga, así que las proyecta hacia las vistas, la buena orientación y el paisaje. Desde aquí, se forma un recorrido circular que convierte la experiencia de habitar esta casa en una exploración continua desde el amanecer al anochecer.

SENSACIONES. Disfrutando de cada espacio

Cada uno de los diferentes espacios se configura según cómo se vive, a qué realidad responden, cuáles sensaciones se transmiten y cuál es su relación con el entorno.

Se crean entonces espacios específicos que responden a una situación determinada:

  • El vuelo de la sala de estar, que proporciona el mejor cuadro: las vistas hacia el Carmel y hacia el mar
  • El espacio del porche que, directamente relacionado con el interior, se convierte en la sala de estar y el comedor al exterior
  • La bañera con vistas al mar se expone al sol de la mañana tanto en invierno como en verano al abrir totalmente la corredera vidriada
  • El estudio de la planta primera, conectado a una terraza con las mejores vistas, donde la cubierta ajardinada se funde con el paisaje
  • La privacidad de los dormitorios de la planta inferior, semienterrados en el terreno, disfrutan también de un jardín privado

MATERIALIDAD. Vuelta a lo esencial

Agua, fuego, tierra, madera, piedra, arcilla: la casa se construye con estos elementos que remiten a lo esencial y conectan con la naturaleza.

De madera son los forjados, los muros y la envolvente exterior que conforman la fachada ventilada. Es madera de cedro, variedad cedrus atlántica, procedente de bosques de tala controlada de los Pirineos catalanes. El silvicultor que la suministra tala los bosques a la antigua usanza: a finales de otoño, cuando ya no es época de crecimiento, y en luna llena o cuarto menguante cuando la savia se concentra en las raíces y el tronco tiene menos humedad. La madera de cedro tiene la cualidad de ahuyentar insectos y gusanos, gracias a su resina, y es imputrescible. Por ello se ha dejado de la manera más natural posible, con el mínimo fungicida y dejado a corte de sierra, tanto en el interior como en el exterior. El cromatismo y el aroma del cedro aportan calidez y confort.

Los trasdosados y muros interiores se construyen con placas de arcilla. Es un sistema de construcción en seco que permite tener todas las propiedades de este material: inercia térmica, regulación de humedad, ambiente sano y conexión con lo natural, con la tierra. Las placas vienen de unas canteras de Teruel y están compuestas por 2cm. de arcilla prensada entre dos tejidos de yute. Estas placas, realizadas en arcilla rojiza, se rematan con un mortero de arcilla aplicado en obra. Se eligieron colores naturales según los tonos de las diferentes vetas.

Pavimentos y desniveles exteriores se fabrican con piedra calcárea extraída de las canteras de Sallent, en el Bages, en la provincia de Barcelona. Es una piedra de aspecto parecido a la que se encuentra en el solar, donde muy cerca hay unas antiguas canteras de las que ya no se extrae desde hace muchos años. Escalones y desniveles se han realizado con un sistema similar al de la “piedra seca” pero con un mortero muy natural que hace de ligante, ya que la geometría propuesta impedía dejar las piedras sueltas. Es un mortero muy natural a base de cal, arena y tierra del lugar, permeable al agua para facilitar su regreso al freático.

La piscina se plantea como si fuera una alberca. Su depuración es natural, a base plantas, y filtraje y tratamiento con ultravioleta. La superficie es desbordante para conseguir una oxigenación permanente. La piscina se convierte en un punto que potencia la biodiversidad: conviven peces y plantas acuáticas en la balsa de compensación situada más abajo,un lugar donde van a beber muchos pájaros.

EFICIENCIA ENERGÉTICA. Arquitectura pasiva, tecnología eficiente y energías renovables

La casa está configurada con criterios de arquitectura pasiva, de manera que aprovecha todos los condicionantes del lugar —topografía, soleamiento, vientos y vegetación— para lograr un muy buen comportamiento a nivel ambiental y energético. En este sentido se destaca:

  • La edificación está semienterrada de manera que se aprovecha la inercia térmica del terreno, así que se minimizan las pérdidas térmicas de la envolvente
  • Los volúmenes se abren hacia el sur para aprovechar iluminación y soleamiento, con las ganancias térmicas que suponen en invierno
  • Las aberturas de los dormitorios, orientadas a sureste, están protegidas con paneles, correderas o plegables de lamas de madera orientables, para poder regular la protección solar desde la abertura hasta el cerramiento totales
  • Las aberturas de la sala se protegen con estores enrollables exteriores; en el porche, la cubierta de cañizo y las plantas caducas permiten el soleamiento en invierno
  • En el volumen de la sala, la cubierta vegetal aporta gran inercia térmica 
  • Los aislamientos de lana de roca de gran grosor protegen fachadas y cubiertas
  • La fachada de madera deja una cámara de aire ventilada que evita sobrecalentamientos en verano

La casa está dotada de sistemas activos que también contribuyen a la eficiencia energética:

  • Ventilación permanente con sistema de recuperación de calor: se evitan pérdidas de calor por ventilación en momentos de temperaturas extremas. Este mismo sistema permite distribuir por toda la casa el calor aportado por la chimenea cerrada de la sala.
  • Agua caliente y climatización se realizan por un sistema de aerotermia que aprovecha la temperatura del aire en zonas de clima moderado como Barcelona 
  • El sistema domótico para el control de la climatización y la ventilación permite usar solamente la energía necesaria para cada lugar y cada momento
  • La cubierta del volumen del estudio está destinada a la producción de energía mediante placas solares fotovoltaicas, que compensan con su producción el 65% de la energía que gasta la casa.

Sobre Arquitectura Anna Noguera: estudio fundado en 1992 con una amplia experiencia, reconocido por los premios recibidos y la difusión de sus obras. «El trabajo del estudio se caracteriza por la atenta mirada al contexto y paisaje, la vuelta a los materiales y técnicas tradicionales desde una visión contemporánea, y la sostenibilidad e innovación tecnológica entendidas como partes intrínsecas del propio proyecto”.

Enlace a la ficha del proyecto https://annanoguera.com/proyecto/morato/