Avanzando hacia los hoteles sostenibles

“Claves de la rehabilitación sostenible de los establecimientos hoteleros”. Artículo que recoge comentarios de varios profesionales del sector entre ellos Anna Noguera ganadora de la edición 2019 del Premio Mapei y Bruno Hallé de Cushman & Wakefield Hospitality.

  • Lo seguro ahora es hacer las cosas de manera diferente.

  • la reactivación económica debería ser direccionada hacia un crecimiento sostenible dentro del sector.

  • Entre otras actuaciones, la de las fachadas es estratégica para la obtención de los objetivos de consumo nulo o edificios pasivos.

  • una de las claves de esta oportunidad que no podemos dejar pasar es que además de hacer los activos hoteleros más eficientes, también se tiene que invertir en tecnología y conectividad.

Cuando por fin se recupere el turismo muchas cosas habrán cambiado de manera significativa para el sector hotelero en España. Dos de los retos actuales más importantes son modificar la oferta existente a los nuevas necesidades de una sociedad cambiante y adaptar las instalaciones para que sean sostenibles en todos los aspectos.

Con el objetivo de recoger opiniones de diferentes profesionales sobre las claves de la rehabilitación sostenible de los más de catorce mil establecimientos hoteleros en España, de los que unos cinco mil llevan más de un año cerrados, hemos preguntado a cuatro expertos sobre la situación actual y resumido en este artículo las declaraciones y opiniones de Bruno Hallé, socio y codirector de Cushman & Wakefield Hospitality; Patricio Azcárate Secretario general del Instituto de Turismo Responsable y Biosphere Tourism; Unai Cuadrado Business Director de unidad en ULMA Architectural Solutions y Anna Noguera Arquitecta que ha recibido múltiples premios nacionales e internacionales como reconocimiento a sus proyectos sostenibles.

Estado de conservación de los hoteles

Según Bruno Hallé, el parque hotelero español se encuentra en un buen estado. “Una vez se superó la crisis de 2009 con todas las dificultades que supuso, el mercado ha visto como hubo una entrada de inversores a la búsqueda de activos. El reposicionamiento de productos, tanto en urbano como en vacacional, ha sido una constante en los últimos años hasta la llegada del COVID. Las compañías han podido invertir gracias a la tesorería lograda durante el ciclo alcista y eso hace que, en su mayoría, la industria hotelera en España disponga de buenos activos”. Unai Cuadrado apunta que aunque el estado de conservación a nivel de interiorismo podría catalogarse como bueno, tenemos que conseguir tener edificaciones eficientes. “podemos decir que el estado es muy regular tirando a malo. Por este motivo, la situación de – pausa – actual generada por la pandemia podría ser una ocasión ideal para una puesta a punto de los edificios, tanto a nivel de eficiencia energética como a nivel estético”.

Europa impulsa la rehabilitación ecoeficiente

Patricio Azcárate plantea al respecto que todas las pequeñas acciones sostenibles que podamos llevar a cabo desde el turismo se suman al desarrollo sostenible global. “Actualmente el turismo produce un gran impacto en el medioambiente del destino escogido, y si bien en el pasado hubo un desarrollo de la industria turística que estaba enfocado casi únicamente al crecimiento económico, es momento de aprender a planificar el territorio turístico pensando en el largo plazo y en el bienestar de generaciones futuras”.  Bruno Hallé apunta que ya no existe otra alternativa que no sea edificar o rehabilitar con la vista puesta en la sostenibilidad. Es un compromiso que debe huir del “green washing” y ser consistente en la propia operativa hotelera para que goce de la credibilidad que la demanda exige. “La propia emergencia sanitaria nos va a hacer todavía más conscientes de la necesidad de actuar de forma responsable con el entorno y la actividad turística seguirá evolucionando en esa línea”. Anna Noguera ve una oportunidad en la regeneración total de grandes infraestructuras hoteleras de sol y playa, en la actualidad, muchas obsoletas y degradadas. A través de operaciones de rehabilitación integrales, y conservando en ocasiones solo la estructura, “el reto es conseguir algo totalmente diferente, sostenible, integrado en el entorno y adecuado a los nuevos requerimientos”. Unai Cuadrado aún aporta un argumento más, “los edificios requieren de menos recursos energéticos para desarrollar su actividad, ayudando considerablemente al medio ambiente y a la reducción del consumo de energía y por ende, aumentando el beneficio”.

Las ayudas al sector turístico oportunidad para mejor las edificaciones existentes

Patricio Azcárate incide en que “la reactivación económica debería ser direccionada hacia un crecimiento sostenible dentro del sector, y es una gran oportunidad también para trabajar en todos los aspectos posibles dentro del ámbito de la sostenibilidad”. Para Bruno Hallé una de las claves de esta oportunidad que no podemos dejar pasar es que además de hacer los activos hoteleros más eficientes, también se tiene que invertir en tecnología y conectividad, aspecto que va a marcar la competitividad de la industria turística.

Para Unai Cuadrado está claro “se debe aprovechar el momento para renovar el parque actual de hoteles y hacerlos más atractivos de cara a los usuarios y gestores a medio y largo plazo”. Desde un punto de vista constructivo debemos utilizar materiales que cuenten con declaraciones ambientales de producto fabricados de forma sostenible y utilizar sistemas que integren elementos que reduzcan la huella de carbono de los edificios. “Entre otras actuaciones, la de las fachadas es estratégica para la obtención de los objetivos de consumo nulo o edificios pasivos; como la fachada ventilada, la cual a de ser capaz de incorporar soluciones que aporten el mencionado bienestar desde un punto de vista de confort térmico y acústico; utilizar acabados nobles (pétreo, natural y no poroso, de muy larga duración y resistentes) así como de control solar por poner algún ejemplo concreto”. Anna Noguera sostiene que la frontera de lo que se considera una infraestructura turística se ha vuelto difusa. Antiguamente la diferencia  entre un hotel y una vivienda estaba clara. En la actualidad encontramos viviendas de uso turístico, intercambio de casas, colivings, etc. “Deberíamos ampliar la visión y pensar en el potencial turístico de muchos espacios abandonados y en desuso. Y las normativas deberían evolucionar con estos nuevos conceptos y flexibilizarse. De esta manera no solo se enriquecerá la oferta turística sino que se recuperará un patrimonio que es de todos”.

Sin embargo según Bruno Hallé la tendencia en el sector siguen siendo los proyectos Greenfield, ya que siguen generando interés por parte de inversores, ya sea institucionales o privados. “Iniciar un proyecto desde cero puede tener mayor complejidad, pero el riesgo asumido se puede tornar en un margen de beneficio superior. En este tipo de proyectos estamos viendo conceptos más horizontales. En vacacional la tendencia ahora mismo va más hacia el resort y, en entorno urbano, la componente de la oferta de F&B y lifestyle es cada vez más importante”.

Certificaciones de turismo responsable y arquitectura sostenible

Desde el ITR que dirige Patricio Azcárate aplican el sistema integral Biosphere de sostenibilidad, gestión y mejora continua a través de varios niveles y actualmente y debido a la pandemia están permitiendo a las empresas utilizar sin coste la plataforma Biosphere Sustainable Lifestyle, para la creación de Planes de Sostenibilidad, que cumplen las 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS) entre los que se incluyen el ODS 7 y el ODS 13, más directamente relacionadas con el Cambio Climático.

Para Anna Noguera la clave es conservar y recuperar, nunca destruir. Recuperar no solo edificios de claro interés histórico-artístico, sino cualquier construcción. Un ejemplo podría ser los pueblos deshabitados que encontramos a lo largo de toda nuestra geografía. Recuperarlos con una visión sostenible en su globalidad, no solo será un atractivo para el turismo sino que contribuirá a revertir la dinámica de abandono de las zonas rurales. Los promotores turísticos deberían apostar por ello. “Hoy en día lo seguro es hacer las cosas de manera diferente”.